Es
bastante normal que falten los escenarios deportivos en Colombia, siento que es
algo que ocurre debido al mal manejo del presupuesto, a la corrupción y a la
negligencia institucional. Esto trae consecuencias nefastas para lo social,
para la niñez, los jóvenes y todo el mundo. La falta de espacios deportivos
para recrearnos en el tiempo libre es un derecho para toda ciudadanía.
Este
descuido, y esta falta de escenarios para la recreación desde una planeación
del espacio publico, da vida a nuevas
problemáticas, como la falta de ocupar la mente, ya bien dicen por ahí; quien
no es feliz es perjudicial, o, una mente desocupada es el taller del diablo, de
creaciones terribles como atracos y asesinatos.
No hay
nada mejor que el deporte para realizar esta catarsis, para desahogar esta
violencia que marca el día a día de nuestras familias, pues en una cancha, se
desarrolla nuestra cultura, en un skatepark nos encontramos, nos reconocemos en
el otro.
Salud y
deporte van de la mano, estos rubros institucionales son nuestro soporte, y no
deberían seguir siendo objeto de corrupciones y bagatelas. Debemos desinfectar
la podredumbre que corroe nuestro sistema institucional, para fortalecernos con
lo que es el abc de la vida.
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