viernes, 31 de mayo de 2013

La Sociedad del Semáforo.

Rubén Mendoza desborda de realismo con esta película, allí todo es urbanidad. La calle se pone como un lienzo donde suceden todas las acciones. Este el principal factor de motivación para los actores. En esta película, la tragedia se muestra cotidiana, llena de imprevistos surgidos por la necesidad, por el instinto más esencial de supervivencia. En esta cinta  sale a flote ese refrán que maneja los horizontes de la calle, que reina como una máxima filosofal para sus habitantes, en la cual nadie se puede fiar de nadie. Esos no lugares están llenos de dramáticas historias que confluyen en un semáforo, personas de todos los rincones del país se la rebuscan en los semáforos de Bogotá, habitantes de la calle, con historias profundas que permanecen en el olvido.

 Trailer Oficial



Rubén Mendoza desborda de realismo con esta película, allí todo es urbanidad. La calle se pone como un lienzo donde suceden todas las acciones. Este el principal factor de motivación para los actores. En esta película, la tragedia se muestra cotidiana, llena de imprevistos surgidos por la necesidad, por el instinto más esencial de supervivencia. En esta cinta  sale a flote ese refrán que maneja los horizontes de la calle, que reina como una máxima filosofal para sus habitantes, en la cual nadie se puede fiar de nadie. Esos no lugares están llenos de dramáticas historias que confluyen en un semáforo, personas de todos los rincones del país se la rebuscan en los semáforos de Bogotá, habitantes de la calle, con historias profundas que permanecen en el olvido.

La simple cuestión que un alma pueda hacerse, de tener que rebuscársela para subsistir y tener la obligación de usar su creatividad para lograr algún dinero,  tal como el poeta que piensa, que se sienta en un semáforo a escribir versos para las amadas de sus clientes, quien cuando se traba hace si no pensar. Esta es la historia de uno de los amigos de Cienfuegos, en la historia de la película. El montaje y la textura se superponen para mostrarnos una realidad cruel y difícil, llena de azares en la cuales se pone en peligro la vida. Se tiene la sensación de estar cruzando por un asfalto lleno de vidrios, descalzo, de principio a fin, por un asfalto que recorremos día a día. En esa rutina en la que nos 

cruzamos personas que viven del rebusque y que están llenas de historias, llenas de poesía.



El montaje sonoro está lleno de expectativa, de una enloquecedora revelación de silencios y expresiones. El color de los sonidos es de tráfico, de ambulancia, de taco, de querer salirse de la ropa en un trancón, de ciudad y furia. Esta película se multiplica surrealista  a si misma, asumiendo las lámparas como lunas, y las putas como puntos de tiro. Los arboles son para follar, y la foto del presidente está en los tapetes. El objetivo principal, no es parar un semáforo, no es hacerlo más  largo  para que nos de mas plata, es mostrarnos que en medio de tanta penuria, estos personajes sacan espacio para la amistad y la esperanza, en una unidad de lealtad y confianza, anteponiendo la dignidad a cualquier opresión o contratiempo.

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